Este membrillo japonés fue el primer bonsai que me he comprado en mi vida. Lo vi en el Homecenter. En aquel entonces (2013), Homecenter tenía una sección de bonsais, donde vendían bonsais y accesorios (macetas, abono y tierra), muchos de ellos eran suministrados por el proveedor Jardín Kyoto. Me llamó la atención porque estaba absolutamente cubierto de flores y el suelo era una capa perfecta de musgo. El contraste era brutal. Me quedé loco! y como tenía un precio asequible para mi bolsillo, lo compré. Aun me acuerdo, me costo $49,990. A raíz de esta compra entré justamente en contacto con este proveedor (en la maceta venía pegada una etiqueta con los datos de Jardín Kyoto), cuyo dueño es Don Alexis y empecé a incursionar de forma más seria en el mundo de los Bonsais.
Una vez llegué a casa con mi fantástico bonsai, empezaron los problemas. Estos se debían a mi falta de experiencia, el bonsai estaba esplendido, saludable y perfectamente cuidado, pero yo no estaba habituado a cuidar un bonsai plantado en tierra volcánica y empecé a regarlo demasiado poco, lo cual provocó que el musgo se secara y el debilitamiento general del árbol. En realidad uno de los troncos (era un bonsai estilo padre e hijo) casi se me muere! Lamentablemente no guardo ninguna foto del estado inicial del bonsai, la verdad es que me tiro de los pelos por no haberlo hecho!. Os pongo una foto de sus hermosas flores para que os trateis de imaginar cómo se debía ver este árbol (el cual no mide más de 25 cm, con 15 o 20 flores como estas;

A raíz de empezar a ir al Jardín Kyoto, pude aprender lo suficiente para estabilizar mi bonsai. Aunque el pobre ya había padecido varias de mis acciones, entre ellas, había separado ambos troncos. Bueno, una vez ya estabilizado el membrillo, pude empezar a cultivarlo adecuadamente, aunque este había perdido muchas ramas y ya no se parecía mucho al bonsai inicial que había comprado. Tenía pinta de ser 2 palos, en lugar de un bonsai. Dado esto pensé la manera de agregarle un toque que lo hiciera más interesante y cuando vi una maravillosa piedra me vino la idea de plantarlo sobre ella.
Así fue como este membrillo paso a ser plantado en una roca en primavera del 2015. Esta es su nueva maceta, lo cual lo acompañará el resto de su vida. Para su plantado, sujeté el árbol con unos alambres e hizo un borde a la piedra con keto con el fin de llenarlo con algo de sustrato, donde planté el árbol.
Una vez plantado, el árbol empezó a desarrollarse bastante bien y en invierno 2017 lo alambre, mostrando el siguiente aspecto (os pongo unas fotos anteriores y posteriores al alambrado:



En primavera 2018, cuando el árbol se activó, le quité el alambre y repetí la misma operación: lo dejé brotar libremente y lo alambre en abril 2019. Os pongo algunas fotos:


Este arbolito tiene muchos defectos desde el punto de vista de reglas de bonsai, y tengo en mente hacerle una remodelación importante, con el objetivo de reducirle zonas demasiado rectas o con escasez de ramas. Ya os iré mostrando su evolución.
6 comentarios sobre “La historia de un Membrillo que terminó sobre una roca”