Estamos inmersos en una sociedad donde está instaurado el consumismo y por tanto no existe interés en que mantengamos nuestro dinero en la billetera o cuenta del banco. Al contrario, todo está montado para que cualquier dinero que recibamos lo gastemos íntegramente y ojalá de forma inmediata comprando cosas. Entonces, nos bombardean todo el día con propaganda creándonos necesidades que no tenemos, ofreciéndonos productos que no necesitamos y haciéndonos promesas de que comprando un producto o servicio alcanzaremos la felicidad. Nosotros nos lo creemos y entramos en el espiral del consumo. Piensa que las empresas no se crean para ayudarte a ti a ser feliz, sino que su fin es ganar dinero a costa tuya.
En resumen, comprando cosas no vas a ser más feliz. Te voy a explicar porque no funciona.
¿Por qué la felicidad no está en las cosas que compramos?
Básicamente se debe a nuestra naturaleza humana. Estamos gobernados por el ego y este tiene 2 comportamientos esenciales o principios:
- Principio 1: El pasto del vecino siempre es más verde. Nuestro ego nace de nuestras inseguridades, y como humanos somo animales muy inseguros. Entonces siempre nos parece que lo que tiene el vecino es mejor. Te pongo un ejemplo: te compras unos zapatos, pero cuando te los pones en una junta con tus amigos, te das cuenta que uno de ellos trae puestos unos más geniales que los tuyos. Entonces los que llevas puesto y que aún quizás están pagando en cuotas, ya no los encuentras suficientes y ya estás deseando comprarte estos nuevos que has visto.
- Principio 2: El deseo de tener algo solo dura mientras no tenga este «algo» . Podemos desear mucho tener un objeto, consumir un servicio o poseer una persona, pero cuando lo conseguimos el deseo desaparece. Porque ahí nos movemos al principio 1. Al haberlo conseguido sentimos que realmente no era tan complejo de conseguir (es parte de nuestra inseguridad: como lo conseguí yo, pues seguro que no es tan bueno como pensé) y creemos que lo que ha conseguido la persona del lado es más valioso y por tanto queremos esa otra cosa.
Entonces, puedes comprobar que cuando te compras algo o consigues algo, lo que llamamos «felicidad» dura muy poco, a veces son minutos y enseguida pasamos a querer otra cosa que anuncian en la tele o que vemos en un amigo y que creemos que es mejor que lo que tenemos nosotros. Ese es el motivo por el cual uno de los tips financieros que compartía contigo en el post «¿Cómo llegar a final de mes?» y que vuelvo a remarcar aquí de nuevo es el de NO comprar con tarjeta de crédito. El motivo es simple: al comprar en cuotas siempre invertirás más tiempo en pagar el producto vs el tiempo que este producto te entrega algún tipo de «felicidad».
Así funcionamos, y cada vez que compramos algo inviertes tu tiempo, tu dinero y además acumulas algo nuevo. Este «algo nuevo» te va a quitar más tiempo, dinero y además espacio. Te pongo un ejemplo para que se entienda: Si yo compro un mueble para mi casa, invierto tiempo en ver el mueble que quiero, ir a comprarlo, etc. Luego invierto dinero para comprarlo (que finalmente también se traduce en tiempo que debo dedicar a trabajar para ganar este dinero) y finalmente me usa un espacio de mi casa, donde estará el mueble. Este mueble, una vez esté colocado en mi sala de estar, por ejemplo, continua consumiendo tiempo y dinero, porque debo quitarle el polvo, lustrarlo con liquido lustra muebles para mantener la madera hidratada, etc. Y el espacio que ocupa te cuesta dinero, porque tu pagas dinero por cada centímetro cuadrado de tu casa. Si requieres tener una casa más grande para tener muchos muebles, pues esto te conlleva pagar un arriendo o dividendo más alto todos los meses y luego las contribuciones, gastos comunes, etc. Y así ocurre con todas las cosas que compras. Súmale a esto cuando compras cosas que realmente no necesitas y que además has pagado con tarjeta de crédito y estás pagando intereses. Por ello mi consejo es NO COMPRES COSAS QUE REALMENTE NO NECESITAS (ver post ¿Cómo reducir mis gastos?), a no ser que sean un activo que te genere más ingresos (ver post: Deuda buena-deuda mala) (post en construcción)
Entonces, date cuenta que todo lo que compramos, sea que realmente lo necesitemos o no, se convierte en tiempo que tú destinas a trabajar en lugar de estar con tus hijos o hacer otras cosas que sean de tu agrado. Por ello te recomiendo que por lo menos trabajes para comprar aquellas cosas que si realmente necesitas.

Si te fijas, ya te estoy dando una respuesta muy interesante: consumiendo cosas no vas a conseguir tu felicidad, solo te vas a obligar a consumir más horas de tu vida trabajando para poder pagar la compra de todas estas cosas y luego su mantención (el lustrado del mueble por ejemplo que antes te comentaba, o la lavandería para la limpieza de una alfombra, etc). La felicidad está en usar el máximo de tu tiempo para estar con tus seres queridos o en hacer las cosas que realmente te gusta hacer. Si lo ves y te da sentido, te invito a que leas el post: Bienvenido al minimalismo (Post en construcción).