Seguramente uno de los recuerdos de infancia que atesoras, tiene como protagonista a tu madre (o equivalente) persiguiéndote para que te hicieras la cama … por lo menos este es mi caso. Para mí era algo sin sentido y recuerdo que le decía: ¡¿para qué me voy a hacer la cama si en la noche la volveré a deshacer!?
Mucho ha llovido desde entonces y hoy quiero compartiros una mirada muy diferente al respecto. Hace poco más de un año y debido a un proceso introspectivo realizado, me di cuenta sobre la importancia del acto de hacerse la cama. Las conclusiones obtenidas han cambiado mi vida para siempre. ¡Sí, sí, así de rotundo! Y ahora te las comparto, esperando que también te sean útiles:
Las 3 razones de porqué hago mi cama (descubierto en base a mi experiencia):
- Cuando te haces la cama en la mañana, emites una declaración de intenciones (aunque no seas consciente de ello) sobre como va a ser tu día: muestras orden y rigurosidad. Al repetirlo de forma continuada (en un año lo habrás hecho 365 veces) lo conviertes en un hábito y producirá que te sientas orgulloso contigo mismo y aumente tu autoestima. Aunque te parezca mentira esto te ayudará a ser más eficiente, productivo durante el resto de tu jornada. ¡Prueba y verás!
- Contribuye a dar equilibrio y armonía a tu vida. Fíjate; en tu habitación pasas un tercio de tu vida (en el caso que duermas ocho horas al día). Por eso, es súper importante mantenerla ordenada. Si quieres tener tu casa patas arriba, bueno, pero tu habitación no. Será la diferencia entre irse a dormir relajado o intranquilo. Te doy un par de consejos más:
- Evita los adornos y otros objetos que recarguen tu habitación, como excesivos muebles, cuadros o figuritas.
- Tampoco uses colores chillones o subidos de tono para decorarla. Estos colores, tales como rojos, amarillos, verdes o azules estridentes te activan. Tampoco uses el negro, dado que se asocia más con autoridad, muerte, soledad (por lo menos en nuestra cultura).
- Usa colores preferentemente claros y cálidos: blancos, beiges, pasteles, etc, dado que estos evocan relajación y tranquilidad.
- Invierte en una cama cómoda. Vale la pena, como te digo, ¡pasas en ella 1/3 parte de tu vida!
- Tu habitación tiene mucho que ver con el círculo virtuoso de tu día, el cual empieza cuando despiertas en tu cama y termina cuando te vas a dormir de nuevo en ella. ¡A no ser que te hayas portado más y termines en el sofa!. Honrarte a ti mismo, porque cuando llegas cansado a casa después de un dia agotador, te mereces la experiencia de acostarte sobre una cama bien hecha. Que cuando la veas te invite a estirarte en ella. Esta es la mejor manera de terminar tu jornada, y la sensación que deja es muy distinta a cuando te acuestas en una cama toda desordenada y arrugada, con ropa entre las sábanas etc.
Entonces, aunque seas una alma rebelde y te hayas resistido toda tu vida a hacerte la cama (al igual que lo era yo), te invito a que lo pruebes. Para mi ha sido tan poderoso que hasta investigué un poco más por internet para ver si era el único loco con este tema. Y no, pude comprobar que somos varios. Te voy a dejar un enlace de un tipo llamado William H McRaven que pertenece a una de estas unidades militares al estilo Rambo o Chuck Norris en EEUU y por lo visto hizo un discurso de graduación en una Universidad de Texas, en el cual justamente mencionaba la importancia del acto de hacerse la cama en la mañana.