El archipiélago de Chiloé pertenece a la Región de los Lagos y está conformada por aproximadamente 40 islas (entre islas e islotes), siendo la Isla Grande de Chiloé la más conocida y la que yo visité.
Este lugar parece tener carácter propio y una cultura muy diferente a la del resto del país, hecha a base de mitos chilotes, como el Trauco o la Pincoya y leyendas vinculadas al mar. Pero también, lo que lo hace muy especial son su herencia Huilliche, su gente, su naturaleza y paisajes.
Para llegar a Chiloé tomé un avión desde Santiago hasta Puerto Montt y luego crucé el canal de Chacao hasta la isla y desde ahí la empecé a recorrer.


Llegada en transbordador
La forma natural para llegar a la isla grande de Chiloé es por el estrecho que separa Pargua (a 45 kilómetros de Puerto Montt) y Chacao. Los ferris salen continuamente en ambos sentidos así que solo tienes que llegar a Pargua y subir en el siguiente que parta. Hay dos compañías y operan de continuo entre las 6:30 y las 23:30, a partir de cuando el servicio se reduce a uno cada hora. La travesía dura unos 20 minutos.






Una vez en la isla, mi primer destino fue la ciudad de Ancud, donde quería visitar la ciudad, el Fuerte de San Antonio y la pingüinera de Puñihuil.
Ancud – Fuerte San Antonio
Ancud es una de las ciudades más importantes de Chiloé, fue fundada a mediados del s. XVIII y es el primer asentamiento urbano de importancia viniendo desde el norte (vía Chacao) y el segundo de todo el archipiélago luego de la capital provincial, Castro. Además de ser la puerta de entrada a la Isla Grande de Chiloé, fue la capital de Chiloé y su ciudad más importante hasta la segunda mitad del siglo XX.
La isla de Chiloé fue conquistada por los españoles en 1567 luego del despueble de las ciudades del sur de la Capitanía General a causa de la rebelión mapuche de 1598. Adquirió gran importancia estratégica y las autoridades coloniales temían que fuese tomada por potencias enemigas, de hecho estuvo a punto de ocurrir en 1602 y 1643. Sin embargo, no fue hasta el 20 de agosto de 1767 que una real orden de Carlos III mandó fortificar el norte del archipiélago.


El Fuerte San Antonio es una fortificación española construida en 1770 en una explanada en la parte alta de la ciudad de Ancud, protegida por cañones de bronce, desde donde se dominaba la entrada del Puerto. Tiene un enorme muro de piedras con cañones que apuntan hacia el mar y que fue diseñado por el ingeniero Lázaro de Ribera para proteger a la ciudad de Ancud contra los ataques de militares y piratas que navegaban por las costas.


Fue éste el lugar donde flameó la última bandera española en Chile, capitulando en 1826. Está situado a 800 mts. de la plaza de armas por calle Baquedano hasta San Antonio.
Pinguineras de Puñihuil
En la costa oeste frente al océano Pacífico se encuentran las pingüineras de Puñihuil, un Monumento Natural ideal para el avistamiento de pingüinos de Humboldt, pingüinos de Magallanes, nutrias marinas, delfines y ballenas azules.







Isla de las Almas Navegantes
La isla de Aucar es un islote chileno ubicado en la comuna de Quemchi, Región de Los Lagos, conocido por poseer una capilla católica, un cementerio, un parque botánico y una pasarela de 437 m de extensión que le permite estar conectado con la Isla Grande de Chiloé, hito que también lo ha convertido en destino turístico dentro del archipiélago chilote. Debido a su cementerio, es también conocido como la «isla de los muertos» o la «isla de las almas navegantes», bautizado de esta última manera por el escritor chilote Francisco Coloane.







Ruta de las Iglesias
La religión es parte importante de la historia de Chiloé y se ve reflejada principalmente en sus reconocidas iglesias. En el archipiélago hay aproximadamente 70 iglesias chilotas, 16 de las cuales han sido nombradas Iglesias Patrimonio de la Humanidad. Construidas por jesuitas españoles en 1567, algunas de las más llamativas son las iglesias de Vilipulli, Nercón y Nuestra Señora del Rosario.
Las iglesias se encuentran distribuidas en varias localidades de la isla, tales como Achao, Castro, Puqueldón, Chonchi, Dalcahue y Quinchao.

A partir de aquí, mi viaje se transforma en una peregrinación a través de los bellos paisajes de esta isla, en busca de algunas de estas maravillas iglésias ⛪️, y por el camino descubrí otras.
Quemchi
El poblado de Quemchi se sitúa en la costa oriental norte de la Isla Grande de Chiloé, frente a la isla y canal Caucahue. Su nombre proviene del huilliche «quemchu», que significa tierra colorada o rojiza. En 1870 cuando existía una pequeña comunidad dedicada a la pesca, marisquería y agricultura, llega el comerciante Erwin Langdon. La producción de madera de Langdon creció hasta hacerse conocida en todo el país, incluso exportando a Europa y Estados Unidos.


Dalcahue
Dalcahue, que en lengua mapuche-huilliche significa «lugar de dalcas», la cual era una embarcación o canoa de madera utilizada por uno de los primeros pueblos originarios del archipiélago de Chiloé; Los Chonos. Al dia de hoy Dalcahue cumple el rol de balsadero para las embarcaciones que se dirigen a la Isla Quinchao, uniendo ambas islas mediante transbordadores que atraviesan el canal de Dalcahue.


Aquí se encuentra la Iglesia Nuestra Señora de Los Dolores, frente de la plaza de armas de Dalcahue y es una de las más antiguas de Chiloé. Su construcción data del año 1858 y fue erigida sobre la anterior capilla misional jesuítica. Fue declarada Monumento Nacional en 1971, Patrimonio de la Humanidad en el año 2000 y restaurada el año 2015.
Curaco de Vélez
Este precioso pueblo está situado en la isla de Quinchao, la tercera más grande del archipiélago. Se cruza en una corta travesía en ferri desde Dalcahue. Todas sus casitas son tradicionales chilotas, especialmente bien cuidadas las que dan a la plaza de Armas, donde hay otro mercado diario de artesanía. En la plaza podrás encontrar una iglesia, con su peculiar fachada verde y tejado rojo.



El territorio hoy ocupado por Curaco de Vélez comenzó a poblarse con españoles alrededor de 1602, luego de la llegada de los colonos expulsados de la ciudad de Osorno por la insurrección mapuche. A partir de 1626, se produce la llegada de los jesuitas como evangelizadores de las islas. En la década de 1660 se consolida como villa, y en 1666 ya es catalogado como un pueblo mixto, por la existencia de españoles e indios.
Castro
La capital de la isla es la ciudad más grande del archipiélago. Los conquistadores españoles tomaron posesión del archipiélago de Chiloé en 1567 y en el sector llamado Quiquilhue, decidieron fundar la capital, debido a que era un lugar fácil de defender y contaba con abundancia de agua, además de pequeñas cantidades de oro arrastradas por el río.
La plaza de Armas y la mayoría de los servicios están arriba, en lo alto de una colina. Allí también se encuentra la increíble iglesia de San Francisco (declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), la más grande y elaborada de todas las construida en madera del archipiélago, que más parece una catedral que una iglesia. Abajo, en torno al puerto y a nivel del mar, están la mayoría de restaurantes, hoteles y servicios para el turismo. Incluidos los dos barrios de palafitos más fotogénicos y grandes que quedan en la isla.



Chonchi
El pueblo de Chonchi se ubica en la costa oriental de Chiloé, unos 25 km al sur de Castro. Está emplazado sobre tres terrazas naturales, de ahí el apodo de Ciudad de los Tres Pisos. El primer piso corresponde al puerto, el segundo a gran parte de las casas antiguas de calle Centenario y el tercero a la plaza y la Iglesia. La calle Centenario fue declarada monumento nacional de Chile en la categoría «Zona típica» y se caracteriza por sus grandes casas de madera, construidas a principios del siglo XX durante el auge de la explotación del ciprés de las Guaitecas.



La iglesia de Chonchi, es una de las 16 iglesia de madera de Chiloé que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su construcción fue comenzada en 1754 y no fue terminada antes de 1859


Aldachildo
La Iglesia de Aldachildo, también conocida como Iglesia de Jesús Nazareno, es un templo católico situado en la localidad de Aldachildo, en la comuna chilota de Puqueldón en la Isla Lemuy.




Forma parte del grupo de 16 iglesias de madera de Chiloé calificadas como Monumento Nacional de Chile y reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se cree que fue construida en 1910 y los materiales utilizados fueron ciprés, coigüe y alerce para el forro.
No te vayas sin probar el Curanto
No te puedes ir de la isla sin probar su especialidad gastronómica, el curanto. Se trata de un sistema de cocción único de Chiloé (aunque ahora se copia en otras zonas del sur) y consiste en excavar un hoyo de medio metro de profundidad, llenarlo de piedras y luego hacer un fuego encima para llevarlas al rojo vivo. Una vez retirados los rescoldos de la hoguera se colocan sobre las piedras humeantes los ingredientes, que suelen ser mariscos, carne de diversos tipos, longaniza, morcilla, papas…. Más que una comida, un curanto es un evento social que reúne amigos y familia.
Una de las cosas que me he dado cuenta es que me atraen mucho las islas. Dejo a continuación otras islas que he visitado.