Francesc Miralles y Héctor García – Ikigai


Según los japoneses, todo el mundo tiene un ikigai, un motivo para existir. Ikigai se escribe 生き甲斐, donde 生き significa «vida» y 甲斐 significa «valer la pena». Algunos lo han encontrado y son conscientes de su ikigai, otros lo llevan dentro, pero todavía lo están buscando. Este es el principal secreto para una vida larga, joven y feliz como la que llevan los habitantes de Okinawa, la isla más longeva del mundo.

El ikigai está escondido en nuestro interior y requiere una exploración paciente para llegar a lo más profundo de nuestro ser y encontrarlo.

Según los propios habitantes de esta isla, el ikigai es la razón por la que nos levantamos por la mañana. A partir de ahí, el libro nos explica otros principios que fundamentan la vida de estos habitantes y que puede ser muy interesantes de incorporar:

  • La regla del 80% al comer. Uno de los refranes más populares en Okinawa es «Hara hachi bu», que se utiliza antes o después de comer y significa algo así como «La barriga al 80 por ciento». La sabiduría ancestral recomienda no comer hasta hincharnos. Por eso, los nativos dejan de comer cuando sienten que su estómago está al 80 %, en lugar de saciarse obligando al cuerpo a desgastarse, acelerando la oxidación celular, con una larga digestión.
  • Moai: lazos para una larga vida. El moai es un grupo informal de gente con intereses comunes que se ayuda entre sí. Para muchos, el servicio a la comunidad se convierte en uno de sus ikigais. Se juntan a compartir cenas, reuniones, partidas de go, de shogi (el ajedrez japonés) o disfrutar de cualquiera que sea la afición común que tengan. Estar en un moai ayuda al sentimiento de pertenencia y aporta seguridad a la persona al sentir que siempre habrá gente que le ayudará.
  • Comer sano y hacer ejercicio. La mayoría de estos habitantes cultivan su propio huerto, lo cual les ayuda a mantenerse en forma y además a consumir productos naturales (no procesados). Su dieta se basa en el consumo de frutas, verduras, cereales, pescado (3 veces x semana) y cerdo (1 a 2 veces x semana). En términos diarios, encontraron que los centenarios comían una media de dieciocho alimentos diferentes cada día. Y su consumo de azúcar y sal es mucho más bajo al promedio mundial.
  • Resiliencia. Una de las características comunes de todos aquellos que tienen un ikigai bien definido es que persisten en su pasión pase lo que pase. Cuando la vida les da reveses, cuando todo son obstáculos, nunca se rinden. Siguen luchando pase lo que pase.

«Nanakorobi yaoki, 七転び八起き,» (DICHO JAPONÉS)

«Si te caes 7 veces, levántate 8»

  • Wabi-sabi e ichi-go ichi-e. El wabi-sabi es un concepto japonés que enseña la belleza de la naturaleza perecedera, cambiante e imperfecta de todo lo que nos rodea. Un concepto japonés complemetario sería el Ichi-go ichi-e, que se podría traducir como «este momento sólo existe ahora y no se volverá a repetir». Se usa especialmente en reuniones de personas para recordarnos que cada encuentro, ya sea con amigos, familia o desconocidos, es único y no se repetirá. Por eso hay que disfrutar del momento único sin dejarnos llevar por precupaciones del pasado o el futuro.

El libro también hace conexiones entre el concepto japonés de Ikigai con otros estudios realizados por personas que llegaron a conclusiones similares, como los realizados por Viktor Frankl, que lo llevaron a crear la Logoterapia (puedes leer más de él aquí)

El proyecto de este libro surgió uniendo la experiencia en cultura japonesa de Héctor García (autor de Un Geek en Japón), que lleva doce años viviendo en Japón, con el arte de escribir de Francesc Miralles (autor de decenas de libros y novelas y especialista en psicología). Para escribir la obra, los dos autores fueron recibidos por el alcalde de Ogimi (Okinawa), una localidad del norte de Japón con el mayor índice de longevidad del mundo, y tuvieron acceso a entrevistar a más de un centenar de sus habitantes.

Gracias a este acercamiento pudieron analizar las claves de los centenarios japoneses para una existencia optimista y vital, descubriendo cómo se alimentaban, cómo se movían, cómo trabajaban, cómo se relacionaban con los demás y –el secreto mejor guardado- cómo encontraban el ikigai que daba sentido a su existencia y les impulsaba a vivir cien años en plena forma.

Si estáis interesados en leerlo, os dejo el link para que podáis comprar el libro. Yo siempre prefiero la opción de descargar en kindle, para ahorrar papel:

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