Sabadell es una ciudad española de la provincia de Barcelona, en la comunidad autónoma de Cataluña. Es la capital de la comarca del Vallés Occidental, junto a Tarrasa y tiene una población de 216.520 habitantes (INE 2020).
La ciudad fue pionera en la Revolución Industrial en Cataluña dentro del sector textil y a mitad del siglo XIX se convirtió en la población lanera más importante de España; llegando a ser conocida como «la Mánchester catalana».




Aún hoy se pueden observar numerosas chimeneas y vapores, muchos de ellos reconvertidos en lugares de servicios sociales tales como bibliotecas o áreas de juventud. Esta herencia textil ha dejado en la ciudad un marcado carácter industrial. A lo largo de las últimas décadas, Sabadell se ha ido diversificando alrededor del sector de los servicios.




El inicio de su historia se remonta unos siete mil años atrás, con la llegada de los primeros habitantes (agricultores y ganaderos) entre los años 3800 y 2700 a. de C. que convirtieron este lugar en el asentamiento más importante de la comarca. La actual iglesia de San Félix (antigua capilla de San Salvador, de la cual existe documentación desde el año 1076) es el punto central desde donde nace a su alrededor como tal la ciudad de Sabadell, convirtiéndose en el epicentro de los primeros núcleos medievales que se levantaron siguiendo el margen derecho del río Ripoll.


Posteriormente fue nombrada villa real en el siglo XIV permitiéndole crear muros que la protegieran. Ya en el siglo XVI la ciudad empieza a crecer por fuera de los muros que inicialmente la delimitaban y protegían hasta llegar al siglo XVIII, época en que se desarrolla su próspera industrial textil, y otras como la alfarera o la papelera.

Son diversas las teorías sobre el origen del topónimo de Sabadell, pero la más popular defiende su procedencia del término «ceba» («cebolla» en catalán) dado que aparece dibujada en el escudo de la ciudad y que haría referencia al origen humilde de la población, nacida desde su mercado agrícola (aunque hoy en día Sabadell sea un importante centro industrial y de servicios).

A parte de la cebolla, en el escudo también aparecen cuatro palos rojos y amarillos recordando que al principio la ciudad perteneció a la Corona de Aragón; de hecho, fue vendida por Roger Bernardo III de Foix en 1366 a Elionor de Sicília, esposa de Pedro IV de Aragón. El rey la volvió a vender, esta vez a la ciudad de Barcelona, volviendo a la Corona definitivamente en 1473.


El santuario de la Mare de Déu de la Salut es una iglesia ecléctica, rodeada de bosque y levantada sobre los restos de la villa romana y de la ermita de Sant Iscle (s.I a.C-III d.C), dentro del término municipal de Sabadell. La tradición afirma que en 1652 un peregrino que iba hacia la Ermita, mientras buscaba agua encontró en una fuente, debajo de la riera de Canyameres, una pequeña imagen de la Virgen María con el niño Jesús. Coincidiendo con este descubrimiento la epidemia se desvaneció atribuyéndose a un milagro de Sant Iscle, a partir de entonces, esta fuente se llamó Font de la Salut y se le atribuyeron cualidades curativas.


A raíz de este evento empezó a expandirse la devoción hacia la Virgen y de toda la comarca venían peregrinos con exvotos, cirios y prometencias para curar a los enfermos. La imagen sagrada fue colocada interinamente a la izquierda de la pared del presbiterio de la Ermita. Desde el año 1697, se celebra el Aplec de la Salut cada segundo domingo de mayo, con actos religiosos y populares. La Mare de Déu de La Salut fue proclamada patrona de Sabadell el 19 de octubre de 1947 por Pío XII.
El Boom económico y demográfico de Sabadell en el siglo XIX
El gran desarrollo industrial de Sabadell se dio gracias a la instalación de la primera máquina de vapor en una industria textil (1838) y la aparición de las dos entidades financieras originarias de esta ciudad que le dieron un auge económico al sector; la Caixa d’Estalvis de Sabadell en 1859 y el Banc de Sabadell en 1881. Desde entonces la ciudad creció demográficamente gracias a los grandes aportes de diversas corrientes migratorias producidas a finales de siglo XIX y durante los veinticinco primeros años del siglo XX.


La mayor parte de esta inmigración vino de otros pueblos de la comarca, de la provincia de Barcelona y de las comarcas catalanas de poniente. Pero destaca también la llegada de gente de Aragón y de Valencia y, a partir del año 1920, de Murcia. Hombres y mujeres venían atraídos por el trabajo que ofrecía la industria textil de la ciudad. Este crecimiento se redujo como consecuencia de la guerra civil pero luego a partir de los años cuarenta, volver a recuperarse. Durante el período 1941 – 1950 crecieron los barrios de la Creu Alta, Gracia, Can Feu y Avinguda/Eixample, Sant Oleguer y Laietana y se crearon los primeros barrios para inmigrantes de Ca n’Oriac, Serra Camaró y los Merinals.


Entre 1950 y 1960 se produjo otra avalancha inmigratoria gracias a la cual Sabadell pasó de tener cerca de sesenta mil habitantes a los cien mil. Esto ocasionó un fuerte aumento de la construcción, pero, a pesar de ello, el déficit de vivienda seguirá siendo uno de los problemas más graves de la ciudad. Más de la mitad de los habitantes de la ciudad (52,74%) hacía menos de 10 años que residía en Sabadell y procedían de alrededor de 400 pueblos de toda España. Ante la imposibilidad de encontrar vivienda las personas se empezaron a instalar en cuevas creadas alrededor del río Ripoll.


Según el historiador sabadellense, Antoni Castells, el precio de una cueva en Sant Oleguer, el año 1950, podía ser de unas tres mil pesetas. Sin embargo el clima mediterráneo de lluvias irregulares, pero con fuertes aguaceros y tormentas a finales de verano y principios de otoño, hizo muy peligrosa la existencia de viviendas en las orillas de los ríos, provocando que algunas cuevas se hundieran y ocasionando la muerte de personas. Los accidentes más importantes sucedieron en octubre de 1951, en julio de 1953 y el año 1955. El 24 de septiembre de 1955 se publicaba un decreto fruto de la iniciativa del mismo alcalde de la ciudad que obligaba a todas las entidades industriales, mercantiles, bancarias y de ahorro, con un censo superior a 50 obreros o empleados a construir viviendas para sus trabajadores de plantilla. Pero aún hasta el año 1972, la vida en las cuevas formó parte de la memoria de esta ciudad.


En la actualidad la industria, en concreto la textil aún tiene una gran importancia en la economía del municipio. La siguen en relevancia el sector del mueble, el del metal y los productos alimenticios.
Un paseo por Sabadell
En los últimos años Sabadell ha impulsado nuevos proyectos para modernizar y mejorar la ciudad: la rehabilitación del centro histórico, la creación de más zonas para peatones, el nacimiento del nuevo barrio de Can Llong y la creación del parque fluvial del río Ripoll han sido algunas de las obras de más envergadura.



La ciudad cuenta también con varios edificios de interés patrimonial, como el edificio modernista conocido como Despacho Lluch, convertido en la sede del Servicio Municipal de Atención Ciudadana, el Teatro Principal, la casa Duran (una casa solariega del siglo XVI), el casal Pere Quart, la masía de Can Rull, el edificio de la Obra Social de Caixa Sabadell (1910), obra del arquitecto Jeroni Martorell (1873-1951), que alberga las aulas, los talleres y las dependencias de la Escuela Industrial de Artes y Oficios de la ciudad, y el edificio de la Caixa d’Estalvis de Sabadell, uno de los principales exponentes del modernismo catalán. También modernista es el edificio de la Torre del agua de Sabadell que es considerado el edificios más emblemáticos de la ciudad, hasta el punto de ser el símbolo que la identifica. Funcionó como depósito entre 1922 y 1967 y es considerado uno de los 100 «Elementos del Patrimonio Industrial de Cataluña»




Además la ciudad dispone de dos grandes espacios verdes: ell parque Catalunya que tiene una extensión de 45 hectáreas y constituye su gran pulmón verde i el Parc Central del Vallès, un espacio interurbano de treinta hectáreas situado entre Barberà del Vallès y Sabadell.




El lavadero de la Font Nova es unos de Los antiguos lavaderos públicos de Sabadell. Están situados en el barrio Centro en la esquina entre las calles de les Paus y Font Nova. Habría habido un lavadero que data de la década de 1830, lugar en 1892 el arquitecto Miquel Pascual i Tintorer hizo un proyecto de estilo modernista para cerrar y cubrir el lavadero. A partir de la década de 1950 con la llegada del agua corriente a las casas, los lavaderos perdieron la función original y entraron en desuso. Actualmente se realizan visitas guiadas y talleres para escuelas.

La Escuela Enrique Casassas es una escuela pública ubicada también en el Centro de la ciudad, concretamente en el número 71 de la calle de les Paus. Es un edificio modernista, obra de Juli Batllevell de 1897 y fue el primero y el último testigo del movimiento pro edificios escolares iniciados en 1888. El mural cerámico que se encuentra en el chaflán es obra de Marian Burgués, en el que se puede ver el escudo de Sabadell y la fecha de construcción de la escuela.
También merece la pena visitar sus museos principales, como el Instituto de Paleontología Miquel Crusafont (una institución dedicada a la investigación y difusión de materiales paleontológicos, especialmente vertebrados fósiles), el Museo de Historia de Sabadell o el Museo de Arte de Sabadell.
Además, la Asociación de Amigos de la Ópera de Sabadell permite a la ciudad disfrutar de un ciclo anual de ópera.