En el Paseo Marítimo de la ciudad, frente a la estatua de Colón se encuentra el Museo Marítimo de Barcelona (MMB), ubicado en el interior del edificio Las Atarazanas Reales (Las Drassanes de Barcelona). Este conjunto monumental tiene más de siete siglos de historia. Fueron construidas en el siglo XIII para la fabricación y mantenimiento de las galeras y barcos de guerra al servicio del reí de Aragón Pedro II el Grande. Hoy es uno de los edificios del gótico civil más importantes del mundo.
El Museo Marítimo de Barcelona nace el año 1936 con la misión de preservar y dar a conocer el patrimonio marítimo del país, así como su historia para las generaciones futuras. Por eso en su interior encontrar naves históricas, exposiciones, fotos de archivos y mapas que te permitirán hacer un viaje a través del tiempo para descubrir la historia y leyendas del mar.

La estructura del edificio tiene el clásico estilo gótico catalán. Su construcción se realizó en una primera etapa entre los años 1283 y 1328, y la segunda entre 1328 y 1390. Durante siglos, el edificio ha sufrido muchos cambios en cuanto a los aspectos prácticos que prevalecieron continuamente sobre los aspectos arquitectónicos: el objetivo era crear un espacio de trabajo muy amplio y único, para el uso «industrial». Una de la últimas grandes remodelaciones se llevó a cabo en 1723, cuando se unieron los dos pasillos centrales para hacer uno sólo más grande, con el fin de construir buques de grandes dimensiones.
El edificio es de planta rectangular y en cada ángulo tenía una torre, de las cuales se conservan dos, junto a algunos tramos de la muralla que protegía a la ciudad de Barcelona. El interior tiene una división en diez naves góticas formadas por pilastras rectangulares de unos seis metros de altura.


En 1976, «Las Drassanes Reials» fueron declaradas Monumento Histórico-Artístico por su importancia histórica en la construcción naval y, en 2006, fue declarado museo de interés nacional.
Recorrido por el museo
El Museo cuenta con un espacio excepcional para admirar las reconstrucciones de barcos históricos y numerosas embarcaciones de diferentes tamaños y exposiciones permanentes y temporales. Quizás la joya del lugar es una réplica de tamaño real de la Galera de Juan de Austria, uno de los mayores barcos de guerra construidos. Data de 1568 y es la Galera Real usada durante la batalla de Lepanto en 1571.


- Exposición temporal: el Puerto de Tusquets
El Museo Marítimo expone 130 fotografías seleccionadas de un grupo de más de cuatro mil negativos que aparecieron en 2005 en un contenedor en una calle de Palma de Mallorca, de un gran valor histórico sobre la actividad marinera de la ciudad Condal entre 1940 y 1960. El autor de las fotografías es el empresario y químico Joaquín Tusquets de Cabirol (1904-1979)



- Exposición permanente: Drasanas y galeras
La historia de las Reales Atarazanas va ligada a la evolución de la ciudad de Barcelona y al desarrollo de la corona de Aragón hacia el Mediterráneo. El dominio del Mediterráneo es fundamental y las galeras son la herramienta para conseguirlo. Unos poderosos e impresionantes barcos de guerra que señorean por el Mediterráneo durante la época de esplendor de la marina catalana (S.XIII-XV).
La exposición parte de finales de 1282, cuando Pere II El Gran vuelve a Barcelona tras una expedición por el Mediterráneo. Aquí nace un recorrido por la historia de las Atarazanas Reales, una infraestructura que el Rey quiere que convierta Barcelona en una de las grandes ciudades del Mediterráneo, a la altura de Génova o Venecia.




Durante el recorrido se introduce a los visitantes en la Barcelona del Sigo XIII y en los grandes conflictos bélicos en el Mediterráneo protagonizados por galeras. La exposición muestra piezas pertenecientes a la historia de las Drassanes Reials, evolución del edificio y diferentes modelos y maquetas de galeras.
- Exposición permanente: Cataluña más allá del mar. Tres siglos de marina catalana (s.XVIII-XX)
Nos explica cómo un país pequeño y con escasez de recursos naturales y una demografía reducida a principios del siglo XVIII, se convirtió en el siglo XIX en una potencia industrial del sur de Europa y cómo contribuyó al comercio marítimo con América. La muestra también permite conocer cómo el comercio y la construcción naval ayudaron a la gran transformación y modernización de Cataluña en el siglo XIX y reflexiona cómo ha cambiado la relación de las personas con el mar.




La exposición parte del inicio del siglo XVIII, cuando después de la Guerra de Secesión, Cataluña tiene abolidas las instituciones del gobierno y es un país empobrecido y castigado por la guerra. Pero en un par de generaciones Cataluña vive un crecimiento demográfico y económico que permitió no solo salir del estancamiento, sino que supuso dar un gran paso adelante.
- Exposición permanente: les Sorres X
Les Sorres X es una embarcación medieval, fechada en la segunda mitad del siglo XIV y que fue encontrada en Castelldefels el año 1990 durante las obras de construcción del Canal Olímpico. Se trata de una de las escasas barcas medievales destinadas al transporte de mercancías que se conserva en el Mediterráneo, por lo que ofrece una ocasión única para el estudio académico y la divulgación pública de la navegación de cabotaje de aquella época. La barca se localizó enterrada sobre la capa freática , hecho que favoreció la conservación de la madera, quedando protegida por una capa de arena de unos 2 metros. El Centre d’Arqueologia Subaquàtica de Catalunya de la Generalitat de Catalunya asumió el desmontaje, la restauración y conservación de la embarcación.
- Exposición permanente: 7 barcos, 7 historias
A través de siete embarcaciones se presentan siete historias contadas por siete personajes de todas las épocas que proponen a los visitantes sorprendentes aventuras marítimas. La muestra aborda cuestiones universales como el descubrimiento del mundo, el mar como espacio de ocio, la vida a bordo de un trasatlántico, el mar como escenario de conflictos, la carga y su manipulación, la piratería y el corso, o el cambio tecnológico.




La nave Santa María de la Victoria, un balandro del siglo XX, el transatlántico Royal Edward, el barco mixto City of Paris, el porta contenedores Pilar, un navío de 80 cañones y el xabec de Santa Cristina son los 7 protagonistas de la muestra.
Pailebot Santa Eulalia
El Pailebot de Santa Eulalia es un velero centenario que forma parte de la flota del Museo Marítimo de Barcelona. Fue uno de los últimos veleros dedicados al transporte de mercancías por el Mediterráneo.



La embarcación fue construida el año 1918 a Torrevella (Alicante) por encargo del armador Pascual Flores, qué la bautizó con el nombre de su hija: Carmen Flores. Se usó para el transporte de mercancías (cereales, madera, sal, minerales, etc) por el mar Mediterráneo y también por el Atlántico (Cuba). Por su rapidez y su buen rendimiento se ganó el apodo de «El chulo».


