Mi viaje que empezó en A Coruña (ver post Recorrido por Galicia, 1a parte: A Coruña (España)) luego me dirigí hacia Santiago de Compostela (ver post Recorrido por Galicia, 2a parte: Santiago de Compostela (España)) y mi recorrido termina en Bayona.

Hablar de Bayona es hablar de uno de los destinos más bonitos y completos de las Rías Baixas. Esta villa marinera, situada en el extremo sur de la Ría de Vigo, en la península de Monteferro, es una auténtica maravilla. Más allá de su encanto natural, la impronta histórico-cultural de Bayona supone toda una riqueza para la ciudad y un privilegio para los miles de visitantes que cada año llegan a su costa. Su casco antiguo que aún conserva ese increíble aire medieval, la Fortaleza de Monterreal y la réplica de la carabela La Pinta (una de las tres embarcaciones con las que Cristóbal Colón viajó a América por primera vez) son sus grandes exponentes, y juntos nos transportan al término del siglo XV e inicios del XVI la época de mayor esplendor de este lugar.


La península de Monterreal, y concretamente el lugar de Monte Boi, fue durante siglos uno de los puntos estratégicos más importantes para la defensa del territorio marítimo de las Rías Baixas. De hecho, por su posición geográfica, Bayona tuvo que soportar los constantes ataques de los invasores portugueses, corsarios ingleses e incluso piratas normandos que llegaban a sus costas con la única intención de saquear y destruirlo todo. Aún así, dentro de sus murallas se pueden diferenciar dos períodos, el medieval y el renacentista, aunque en el solar ya había un castro o castellum en el siglo II a. C. En el 60 a.C, cuando Julio César conquistó Bayona, tuvo que perseguir a los rebeldes hasta sus refugios en las islas Cíes. Romanos, visigodos y musulmanes dejaron su huella en el castillo.








Entre los siglos XII al XVI fue construido la totalidad del famoso castillo y fortaleza de Monterreal, también conocidos como Monte do Boi. Aunque sería ya bien entrado el siglo XV, concretamente el año 1493, cuando se convertiría en uno de los lugares más importantes de la comarca del Val Miñor, de Galicia y también de España, gracias a la llegada de La Pinta, la carabela de Colón, a las costas de Baiona anunciando el descubrimiento del «nuevo mundo».
Este hito propició que los Reyes Católicos ordenasen levantar la ciudad dentro del terreno amurallado. La fortaleza se transformó entonces en villa al serle otorgarda la Carta Puebla, que permitió a cientos de familias vivir entre sus muros. Ya en el siglo XVI, Baiona alcanzó su máximo esplendor al completar sus 3 kilómetros de murallas y las tres torres; y al recibir, de manos de Juan II de Castilla, el privilegio de ser el único puerto gallego, junto con el de A Coruña, con potestad de comercio internacional.
Cada mes de marzo la localidad se viste de época para festejar este hito con la conocida romería medieval de la Arrivada.



La apariencia actual del castillo procede de la reconstrucción efectuada en el siglo XVI por Diego Sarmiento de Acuña, conde de Gondomar, que lo renombró como castillo de Monterreal, en honor de los Reyes Católicos y lo usó como residencia. Con el tiempo, la propiedad fue adquirida por el Ministerio de Información y Turismo, que construyó el moderno edificio del parador para reemplazar la residencia veraniega del Marqués del Pazo da Merced.
Aunque en la actualidad la fortaleza y el castillo funcionan como parador de turismo, el acceso al recorrido se encuentra abierto al público en su totalidad y puede ser visitado en cualquier fecha del año. El horario de visita es de 10:00 de la mañana a 22:00 de la noche. La entrada es de un euro si la visita se hace a pie y de 5 euros si se realiza con vehículo. El recorrido por su interior merece la pena no sólo por su carácter histórico, sino también por su importante valor paisajístico. Cualquier punto del conjunto fortificado sirve como un imponente mirador improvisado, con panorámicas inmejorables de la ría de Vigo, las islas Cíes y toda la línea costera de la ciudad.



Después de la visita a la fortaleza puedes darte un refrescante baño en las pequeñas playas urbanas de Barbeira, Riberia y Cuncheira, situadas a los pies del Monte Bei.



Frente a la playa de la Ribeira, en la zona del puerto deportivo, se encuentra una réplica de la carabela La Pinta. Fue el 1 de marzo de 1493, cuando capitaneada por Martín Alonso Pinzón, atracó en el puerto de Baiona, días antes que Colón llegará a Lisboa, y mandó varias cartas con el descubrimiento a distintos puntos de Españas y a la Corte Real.



Durante la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento se construyó una réplica exacta de la embarcación con reproducciones de objetos y figuras de la época colombina para que los turistas puedan observar el barco tal y como llegó a Bayona.
Otras cosas que ver en Bayona relacionados con el descubrimiento son la Estatua de Pinzón, el monumento Encuentro entre dos mundos y el Monolito de la Arribada.


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